Mejoras para que una vivienda sea energéticamente eficiente

7 claves para reducir el gasto de energías no renovables en tu vivienda que te ayudarán también en la venta de tu piso en Zaragoza.

Mejorar la eficiencia energética de una vivienda, no solo sirve para contribuir a mejorar el medio ambiente, sino que además te ayudará a reducir el gasto energético en tu vivienda. Por lo tanto, notarás una bajada de los recibos y las facturas que te corresponden pagar a fin de mes. En este nuevo artículo queremos puntualizar las mejoras para que una vivienda sea energéticamente eficiente.

Asimismo, y además de reducir el consumo, hay que tener en cuenta que cuanto más energéticamente eficiente sea nuestra vivienda, mayor valor tendrá en el momento que queramos vender o alquilar un piso en Zaragoza o en cualquier parte del mundo. Ya que la eficiencia energética, cada vez preocupa más a los futuros compradores e inquilinos.

Este dato se ve reflejado en el certificado de eficiencia energética, que es un certificado obligatorio para vender o alquilar un inmueble, donde aparece el consumo de una vivienda o un edificio. En él se calcula el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética del inmueble en aspectos como: iluminación, refrigeración, calefacción, ventilación y agua caliente. Con el certificado energético se consigue la etiqueta energética, muy parecida a la que aparece en los electrodomésticos y con una escala de valores similar, que indicará si la vivienda tiene una buena calificación energética.

Nuestros consejos

En Aldebre Inmobiliaria te contamos cuáles son las mejoras que puedes realizar para que tu vivienda sea energéticamente eficiente y puedas venderla antes:

Mejorar el aislamiento térmico
Una gran parte de la energía de una vivienda se pierde por no tener un aislamiento adecuado. Por eso, es fundamental revisar los suelos, las ventanas, los muros y el tejado, y controlar las pérdidas de calor en el invierno y de frío en verano. Aunque en un primer momento, comprar ventanas aislantes con doble acristalamiento, que no solo sirven para mejorar el aislamiento térmico sino también acústico, supone una gran inversión, a la larga, merece la pena porque el aislamiento es un factor decisivo para ahorrar energía.

Realizar revisiones periódicas de las instalaciones
Tanto las instalaciones de gas como las calderas o los aparatos de aire acondicionado, necesitan operaciones de mantenimiento anuales para comprobar que funcionan a pleno rendimiento y no se provoque un gasto de energía innecesario.

Usar eficientemente tanto la calefacción como el aire acondicionado
El segundo paso una vez que hemos realizado el aislamiento correcto, es controlar el uso de la calefacción y del aire acondicionado. Hay que mantener una temperatura constante, tanto en verano como en invierno, para ello, hay que utilizar termostatos y no usar ni la calefacción ni el aire acondicionado en habitaciones que no se estén utilizando.

Utilizar bombillas de bajo consumo
Además de aprovechar al máximo las horas de luz natural, lo ideal es cambiar todas las bombillas y poner aquellas de bajo consumo, que en un principio son más caras pero que a la larga son más eficientes y reducirán las facturas.

Reemplazar electrodomésticos antiguos
Como decíamos al principio, los electrodomésticos al igual que el certificado de eficiencia energética, cuentan con una escala de valores en función de su gasto energético. Los electrodomésticos más antiguos consumen más energía que los modernos y aunque los que son energéticamente más eficientes, son un poco más caros, también pueden amortizarse a medio o largo plazo.

Reducir el consumo de agua
Instalar sistemas eficientes de agua, como grifos termostáticos que tengan reductores de caudal de agua en la ducha o interruptores de descargas en cisternas del inodoro. Así como no mantener los grifos abiertos cuando no es necesario y utilizar tanto la lavadora como el lavavajillas a plena carga, ayudarán a reducir el consumo de agua.

Tener en cuenta el "consumo vampiro"
Los aparatos que dejamos apagados pero en modo stand-by, siguen consumiendo energía, esto es lo que se denomina “consumo vampiro”, para que esto no ocurra, hay que apagar completamente los equipos.

Si además, en vez de en un piso vives en una vivienda, siempre puedes plantearte la idea de apostar por energías renovables, como los paneles solares, la geotermia o la biomasa.

En realidad, conseguir que una casa sea eficientemente energética, no solo depende de invertir y de actualizar los sistemas y los aparatos de la vivienda, sino de realizar cambios en nuestros hábitos y en los de nuestra familia para contribuir al cuidado del medio ambiente y reducir así en las facturas.