El respeto por el medioambiente es un pilar fundamental en la vida de los propietarios de esta vivienda reciclada en Missouri, Estados Unidos. Este matrimonio decidió construir su vivienda usando contenedores marítimos metálicos como estructura.
Nos encontramos ante una casa original, diferente y aunque la construcción de viviendas con contenedores es bastante común en algunas zonas, esta es la casa contenedor más grande del mundo pues tiene cuatro contenedores en la planta baja y otros cuatro en la planta superior.
El dueño es un artista que considera su vivienda como una escultura gigante y reconoce que la mayor dificultad la encontraron cuando tuvieron que cortar las paredes de acero de los contenedores. Fue un trabajo muy duro pero que les compensó no solo por diseñar su casa a su gusto sino porque estiman que han ahorrado unos trescientos mil dólares.
Para terminar la casa necesitaron un año trabajando 12 horas diarias e invirtieron unos 135.000 dólares. Todo en la vivienda es reutilizado, por ejemplo, la gran mesa que hay en el salón era una pista de bolos que limpiaron y pintaron con vivos colores. Otra mesa pero de tamaño más reducido, tiene como base una gran fuente de piedra circular.
Llama muchísimo la atención que las ventanas estén al revés, con la zona arqueada hacia el suelo, su diseñador lo justifica diciendo que de esta manera los arcos quedan dentro del campo de visión.
Como no querían cerrar espacio, la cocina la dejaron abierta, como encimeras para a la cocina usaron la madera de unos grandes rollos de cable que habían ido recogiendo. Como tenían muchos de estos rollos, aprovecharon también para construir con ellos los peldaños de la escalera dando un toque muy moderno gracias a los cantos redondeados. Están protegidos con madera epoxi, el mismo material con el que recubrieron el suelo para protegerlo.
Mires donde mires en esta casa, encontrarás un objeto reutilizado al que se le ha dado un nuevo uso como un secador de pelo transformado en lámpara o las cadenas de un antiguo tractor.
La obsesión por el reciclaje llegó a tal extremo que el espejo del cuarto de baño era procedente de un centro comercial y tuvo que ser partido para crear dos espacios diferenciados.
En el baño se utilizó madera de pino sin modificar y la cama de la habitación flotante parece estar suspendida en el aire pues tiene una estructura flotante.
Su propietario no solo disfruta de una vivienda construida a su gusto sino que ahora, gracias a ella, le surgen oportunidades laborales como diseñar casas con contenedores para otras personas o para impartir talleres en los colegios enseñando a reciclar y reutilizar materiales.