Antoine de Saint-Exupéry dijo una vez: “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho”. Y así, por el anhelo del mar de ciertos hombres y mujeres nacieron no ya barcos sino casas flotantes.
Estas construcciones son embarcaciones erigidas sobre un canal o lago que, ancladas, sirven de vivienda habitual. Las casas flotantes han ido evolucionando a lo largo de la historia hasta convertirse en verdaderas obras de arte dignas de admirar.
Si pensamos en este tipo de viviendas se nos vienen a la mente las innumerables casas de los famosos canales de Ámsterdam.
Sin embargo, cruzando el charco llegamos a Canadá donde las casas flotantes gozan de gran popularidad en Columbia Británica, Ontario y Québec. Y precisamente en Ontario es donde se encuentra esta lujosa casa barco situada a orillas del lago Muskoka, esta vivienda que ha adoptado el mismo nombre se ha convertido en un referente de la arquitectura moderna.
Su creador fue el arquitecto Christoper Simmons, quien remodeló la casa para modernizarla pero sin que perdiera su esencia. La propiedad está perfectamente integrada en la vegetación natural del bosque. La zona del bosque y la zona del lago de esta casa de lujo cuenta con 600 metros cuadrados. Está revestida de madera natural al completo, suelo, techo y  paredes. Las paredes, realizadas con paneles de contrachapado de abeto contrastan con los suelos de madera de ipe. Además, el revestimiento exterior está compuesto por grandes planchas horizontales de cedro rojo del oeste. 
Una de las cosas más llamativas de esta construcción es que tiene un muelle propio para guardar los yates o embarcaciones pequeñas. Este muelle está situado en el primer nivel del aMuskoka Boat house. En la segunda planta encontramos un salón comedor, un baño, la cocina, un dormitorio y una terraza con vistas al enorme lago canadiense.
Hasta el más mínimo detalle está diseñado para que se adapte a esta peculiar casa flotante. Para darle ese aire modernista que buscaba el arquitecto C. Simmons, todos los muebles y toda la decoración de la vivienda son de estilo sobrio y minimalista. Cualquier mueble u objeto decorativo cumple con una función de tal modo que todo sea útil y cómodo para el propietario.
Y a esta casa a orillas del lago no le puede faltar algo totalmente imprescindible: grandes ventanas y puertas de cristal que permiten que la luz natural se cuele durante el día para disfrutar del increíble paisaje que nos regala la naturaleza.
Pero cuando cae el sol y las ondas se adueñan del paisaje, esta casa es la encargada de hacernos un regalo para la vista. Por la noche queda totalmente iluminada  podría ser el escenario perfecto para cualquier película romántica.